Turismo lento, viaje slow: Cómo viajar de otra manera

¿Sueñas con vivir unas experiencias turísticas más sostenibles, más responsables y aún más inolvidables, lejos del estrés y las aglomeraciones? Desde carreteras secundarias hasta alojamientos certificados, pasando por experiencias más auténticas, descubre cómo viajar despacio adoptando nuevas prácticas.
Turismo lento, viaje slow: Cómo viajar de otra manera
©Jack Frog/Shutterstock

El turismo lento a través de tu elección de itinerario

Planifica tu itinerario para disfrutar de un viaje slow

Presentado como un turismo alternativo que invita a tomarse su tiempo y respetar el medioambiente, el turismo lento invita sobre todo a viajar de una forma más tranquila. Y para viajar con tranquilidad, primero hay que planificar la ruta.

Libérate de cualquier carga mental durante el viaje para apreciarlo mejor, por ejemplo buscando en ViaMichelin el itinerario que mejor se adapte a tus necesidades. ViaMichelin no solo te permitirá encontrar estaciones de servicio y áreas de descanso en tu ruta, sino que también enriquecerá tu viaje con puntos de interés útiles. Encontrarás los mejores lugares para comer, alojamientos seleccionados o lugares para visitar recomendados por la guía verde Michelin.

El arte de desviarse para enriquecer la experiencia

Al evitar las carreteras principales, no solo te ahorras en peajes: te redescubres el encanto de las pausas para hacer picnic en el campo y aprecias un patrimonio local poco conocido. Incluso puedes ceder a la tentación de echar una siesta lejos de las áreas de descanso concurridas.

Opta por los desvíos en lugar de los caminos más directos para aventurarte hacia lo inesperado y los pequeños tesoros y grandes sorpresas que nos reservan: lugares espectaculares, vistas impresionantes, pueblos con encanto…

El arte de viajar sin prisas también supone elegir destinos más confidenciales y menos masificados. Alejarte del turismo de masas te permite descubrir lugares que suelen ser más auténticos.

Ahórrate el bullicio de los lugares más aclamados eligiendo etapas y destinos menos de moda aunque no menos dignos de interés como sitios romanos admirablemente bien conservados o simplemente lugares exóticos cercanos… ¡Disfrutar de tu región también es pasar al modo lento!

Combinar el coche con medios de transporte slow

Por último, no dudes en compaginar la movilidad combinando el coche con otros medios de transporte para fomentar el ecoturismo. Lleva las bicicletas a cada viaje y utilízalas durante tus paradas. ¡O disfruta de una caminata cada vez que se presente la ocasión! Otra opción es el tren, en el que a veces se puede subir el coche, como es el caso en Suiza, país pionero en materia de autotren, o bajo el canal de la Mancha gracias a LeShuttle. Otra posibilidad que ofrece el ferrocarril para quienes no disponen de coche o no quieren utilizar vehículo propio es alquilar un coche eléctrico en la estación de destino.

El turismo lento a través de tu elección de experiencias

Priorizar las carreteras y los lugares menos transitados

Optar por el turismo lento supone cambiar tus hábitos, pero también cambiar de actitud.

No se trata solo de tomarse su tiempo, sino también de tomar otras decisiones en el destino. Siguiendo la misma lógica, prefiere la calidad de las experiencias antes que la cantidad. ¡Y los deseos en lugar de las limitaciones!

¿No soportas los parques de atracciones? Elige los parques nacionales. ¿Los templos del consumo y las tiendas de souvenirs te deprimen? En su lugar, explora lugares protegidos con una belleza intacta, donde la única tentación que te espera es la de tomarte tu tiempo.

El turismo lento, una invitación a abrirte a los demás

El turismo lento es ante todo un estado de ánimo que adoptas sobre todo abriéndote a los demás. Levantar el pie del acelerador a menudo brinda más oportunidades de compartir un momento de asombro, un consejo o una simple sonrisa con otros viajeros.

¿Por qué no te quedas más tiempo para conversar con los lugareños, que suelen ser las mejores personas para hablar cuando se quiere aprender más sobre la historia de un lugar? ¡Además conocen todos los rincones para explorar y estarán encantados de compartir sus buenos consejos!

Tampoco hay verdadero turismo lento sin una desconexión real. Viajar de forma diferente anima a romper con un ritmo diario a menudo trepidante. ¿Qué pasaría si por fin hicieras todo lo que nunca tienes tiempo de hacer?

Cambia el mundo virtual por la vida local real

Con el turismo slow también te regalas una desintoxicación digital lejos de las redes sociales y del flujo ininterrumpido de notificaciones y novedades. Además, entregarte al turismo lento también significa relajarte y no hacer nada, o hacerlo muy despacio. Es hora de disfrutar de siestas, contemplaciones y otras meditaciones…

Consumir y visitar a nivel local es otra forma eficaz de practicar el turismo lento o el ecoturismo. Para degustaciones más responsables, elige los productos y productores locales, en los mercados o en las granjas cercanas a tu lugar de vacaciones. Por último, deléitate con el patrimonio local, que suele contar con numerosos sitios culturales, históricos y naturales: son los mejores embajadores de la identidad de una región.

El turismo slow a través de tu elección ética

El coche eléctrico, imprescindible para viajar de manera más sostenible

Por supuesto, el turismo lento tiene sus lugares y su público, comprometidos con unos viajes más sostenibles. Pero viajar de manera diferente significa, ante todo, conducir de manera diferente, cambiando para empezar el coche térmico por el eléctrico.

Las opciones nunca habían sido tan numerosas, ya sea para aprovechar el plan MOVES o la sustitución del motor térmico por un motor eléctrico gracias al «retrofit». El mercado de segunda mano de vehículos de cero emisiones está en pleno auge: ofrece posibilidades más asequibles para una conducción sin emisiones de carbono.

Un turismo sostenible posible gracias a lugares comprometidos

A la hora de la comida, elige restaurantes comprometidos con un enfoque sostenible de la gastronomía. Respeto por la estacionalidad, cuidado del origen de los productos, gestión responsable de los residuos… ¡Esto es precisamente lo que premia la estrella verde de la Guía Michelin!

Para dormir, selecciona alojamientos sostenibles. Desde campings en plena naturaleza hasta hoteles de 5 estrellas perfectamente integrados en su entorno, pasando por ecolodges, hay opciones para todos los presupuestos y necesidades.
Cada vez más lugares adoptan un enfoque de desarrollo sostenible, mediante la autosuficiencia o incluso el uso de materiales 100 % ecológicos, por ejemplo. Si no sabes dónde o cómo encontrarlos, algunas etiquetas especializadas pueden ayudarte a encontrarlos.

Etiquetas para identificar los alojamientos ecorresponsables

Entre estas diferentes denominaciones que nos permiten ver las cosas con mayor claridad, encontramos la etiqueta Ecogîte de France. Reagrupa habitaciones para huéspedes y otros alquileres vacacionales que respetan el medioambiente y preservan los recursos naturales. Clef Verte, otra referencia en este ámbito, es una etiqueta internacional que se refiere a alojamientos y restaurantes que respetan el medioambiente.

Estos compromisos se miden a través de una serie de criterios, como la gestión del agua, la energía y los residuos o las compras en cadenas de suministro cortas. De esta manera, combinas la utilidad con el placer alojándote en establecimientos que comparten tus valores, te ayudan a reducir el impacto de tu viaje, ¡sin reducir tu satisfacción!