Nuevas exigencias de la UE en lo que respecta a los coches nuevos

Desde julio de 2022, todos los nuevos modelos de coche que se comercialicen en Europa deberán ir equipados de un asistente inteligente de velocidad. Asimismo, todo vehículo fabricado en la Unión Europea deberá contar obligatoriamente con una “caja negra”.
Nuevas exigencias de la UE en lo que respecta a los coches nuevos
©jacoblund / Getty Images

Asistente inteligente de velocidad

Los nuevos modelos que salgan de fábrica deberán de ser capaces de avisar al conductor cada vez que este supere la velocidad permitida, dejándolo así sin excusas para circular a la velocidad que quiera. El funcionamiento de este sistema se basa en una cámara situada en la parte delantera del vehículo y diseñada para leer las señales y paneles de carretera. Los datos obtenidos por esta, cruzados con los del GPS, permiten determinar en tiempo real la velocidad máxima permitida. Cuando esta es rebasada, el conductor recibe de inmediato un aviso visual y sonoro. Por si esto no fuera suficiente, el sistema actúa directamente sobre la potencia de propulsión del coche, haciendo que al conductor le cueste más pisar el acelerador en caso de que decida hacerlo.

El objetivo, pues, es incitar al conductor a reducir la velocidad cuando esta sea excesiva, si bien en ningún momento, el sistema le impedirá volver a acelerar, lo cual podría ser necesario en caso de peligro o emergencia. El conductor deja así de tener la posibilidad de poner excusas del tipo “no me di cuenta”, puesto que, ocurra lo que ocurra, el sistema lo habrá prevenido previamente del exceso de velocidad.

Caja negra

Como los aviones, los coches nuevos que se fabriquen en Europa deberán disponer en lo sucesivo de una “caja negra”. Dicho dispositivo se utilizará para almacenar el conjunto de los datos de conducción previos a un accidente: velocidad del vehículo, régimen de motor, fase de aceleración o frenado, cinturón(es) de seguridad abrochado(s) o no, utilización del intermitente, fuerza del impacto e inclinación del vehículo segundos antes y después del choque. Todos estos datos deberían de ayudar a discernir las causas de un accidente.

Este dispositivo adopta la forma de una pequeña caja dotada de un chip capaz de almacenar todos estos datos. Detalle importante: solo los investigadores, las autoridades judiciales o los centros de investigación científica tendrán acceso a tales datos. Además, ninguna conversación o dato personal relativo al conductor y sus acompañantes será grabado. Su instalación obligatoria busca mejorar en el largo plazo la seguridad vial de los usuarios de los vehículos.

A partir de ahora, estos nuevos equipamientos serán obligatorios para las nuevas homologaciones de coches nuevos. En consecuencia, los vehículos de ocasión no se ven afectados por la nueva normativa.