Moto: pásate a la eco-conducción

Lo hagas por ahorrar o por conciencia ecológica, adoptar la eco-conducción en moto solo tiene ventajas. Dejando a un lado el dicho según el cual cuanto menos rápido se va, menos se consume, existen formas de cuidar tanto de la cartera como del planeta.
Moto: pásate a la eco-conducción
©Kesu01/iStock

Primer elemento: velocidad estabilizada o en aceleración. A 40 km/h tu consumo es casi nulo. Sí, claro: pero todo el mundo te adelanta o te maldice. A 130 km/h el consumo se duplica y a 170 km/h se triplica. Cuando pasas de 40 a 130 km/h, el consumo de gasolina “solo” aumenta un 100%, pero si le sumas 40 km/h, el incremento de consumo vuelve a ser prácticamente del 100%. Moraleja: más vale retenerse, gastar menos y castigar menos el motor. Si te marcas el objetivo de ahorrarte un repostaje, no solo no pasarás mucho más tiempo en carretera, sino que además llegarás a destino menos cansado.

El auténtico ahorro de carburante se hace en las aceleraciones. Incluso en las fases de aceleración de varios cientos de metros y sin llevar las marchas hasta el límite, el consumo entre un arranque tranquilo para salir de un semáforo y un arranque en parado para realizar un sprint puede variar en torno al 25%.

En ciudad no esperes milagros, pero mantén un estilo de conducción fluido y seguro. Ante un semáforo en rojo, deja que la moto avance por su propio impulso, ve reduciendo poco a poco y frena únicamente justo antes de parar (lo cual también es bueno para las pastillas de freno).

En carretera, dos consejos: busca la aspiración y los descensos. En autopista y vía rápida, adopta un estilo de conducción cruise control, manteniendo el mismo régimen independientemente de que la carretera sea llana, cuesta arriba o cuesta abajo. Y es que, para mantenerse a 90 km/h en una cuesta arriba empinada, hay que abrir un poco, lo cual hace que el consumo suba. En las bajadas, quita gas y céntrate en las trayectorias.

Además del régimen del motor, otro factor importante del consumo es la resistencia al viento. Intenta eliminar todo aquello que sobresalga: elije ropa que se pegue al cuerpo y quita las alforjas y el baúl si no los vas a necesitar a diario.
Si de verdad quieres ahorrar, deja a un lado el confort y baja la cúpula. Una cúpula alta levantada al máximo constituye un muro que genera remolinos y aumenta la resistencia aerodinámica y, por ende, la potencia necesaria para mantener la velocidad.

Por último, acuérdate de controlar periódicamente la presión de los neumáticos. Circular con los neumáticos por debajo de la presión aconsejada aumenta el gasto energético: 0,5 bares por debajo de la presión correcta pueden suponer 0,5 litros más cada 100 km. Sigue pues las recomendaciones del fabricante y no dudes en añadir 0,2 bares por encima de lo aconsejado.