Mitos sobre los coches eléctricos

Las nociones injustificadas sobre los coches eléctricos son difíciles de disipar. Sin embargo, la verdad es que hoy en día conducir uno de estos vehículos silenciosos, flexibles y menos contaminantes tiene muchas ventajas. Aquí os dejamos cinco pruebas que desmienten ciertos prejuicios sobre los vehículos eléctricos.
Mitos sobre los coches eléctricos
©baloon111/iStock

Mito n.º 1: un coche eléctrico es más contaminante que uno de combustión térmica

Este argumento tiene su origen en una comparación entre la producción de un vehículo de combustión interna y la de un coche eléctrico. Sin embargo, en usabilidad y en lo que respecta al medio ambiente, un vehículo eléctrico es mejor que uno de combustión: a partir de los 30.000 kilómetros, la práctica ausencia de emisiones de gases de efecto invernadero de un vehículo eléctrico en carretera compensa la huella de carbono de su producción. Y después de 200.000 kilómetros, ¡un coche de combustión interna habrá contaminado dos o tres veces más que un coche eléctrico!

Mito n.º 2: no se puede tener un coche eléctrico si no se dispone de un aparcamiento o garaje

Hay una razón obvia por la que muchos conductores no se plantean cambiar a un coche eléctrico: la falta de una plaza de aparcamiento con instalaciones de recarga, ya sea un aparcamiento compartido de un bloque de pisos o un garaje privado. Pero lo cierto es que hoy en día no es necesario tener un aparcamiento especial para conducir un coche eléctrico. El número de puntos de recarga públicos en España no deja de aumentar y son muchos los organismos (empresas, comercios, ayuntamientos) que ofrecen una recarga a bajo coste. Y como la autonomía de los vehículos eléctricos no deja de aumentar, una sola recarga puede bastar para completar una semana con trayectos diarios. Así que, aunque usted no disponga de aparcamiento o garaje, puede adquirir un coche eléctrico para ir al trabajo y regresar a casa, por ejemplo. No hay ningún problema al respecto.

Mito n.º 3: perdemos autonomía en invierno debido a la calefacción y el equipamiento

Los detractores de los vehículos eléctricos aseguran que solo pueden utilizarse entre junio y septiembre. Si bien es cierto que la autonomía de un vehículo eléctrico puede variar en condiciones climáticas más frías, los fabricantes han encontrado desde hace tiempo la manera de contrarrestar este problema. Gracias al preacondicionamiento térmico, un programa automático que se activa al cargar el coche, ya no es necesario encender la calefacción durante los primeros kilómetros. Además, la instalación de bombas de calor, en lugar de las soluciones tradicionales de calefacción de la cabina, reduce el consumo eléctrico de dicha calefacción y del aire acondicionado, favoreciendo los vatios reservados para la tracción.

Mito n.º 4: los vehículos eléctricos carecen de perspectiva a largo plazo

La tecnología de los vehículos eléctricos nació casi al mismo tiempo que el motor de combustión interna, pero las aplicaciones en el mercado de masas no han aparecido hasta hace unos pocos años. Sin embargo, la eficacia del motor eléctrico ha quedado más que demostrada: ahora es reconocido que los vehículos recargables tienen muchas menos piezas que desgastar y que un chasis eléctrico puede recorrer cientos de miles de kilómetros. A largo plazo, por tanto, los coches eléctricos son fáciles de mantener y lo único que necesita de una atención cuidadosa es la batería, a partir de los 150.000 kilómetros recorridos.

Mito n.º 5: un coche eléctrico no es adecuado para viajes largos

El sector de la movilidad eléctrica es, sin duda, uno de los ámbitos industriales que más han avanzado en los últimos años, sobre todo en tecnología e infraestructura. Las mejoras en los vehículos y en las estaciones de recarga están facilitando la vida a los conductores a medida que continúan los avances técnicos.

Si en 2013 un viaje en coche eléctrico de Cádiz a Barcelona podía parecer una auténtica carrera de obstáculos, diez años después está claro que ese mismo trayecto es ahora mucho más sencillo. Más numerosas y más potentes, las estaciones de recarga ofrecen a los conductores y conductoras tiempos de recarga mucho más cortos, mientras que las baterías de sus vehículos han ganado en capacidad. Esto significa realizar menos paradas, a la vez que se mantiene una conducción eficiente.

Solución práctica, ecológica y segura, la movilidad eléctrica no deja de demostrar su pertinencia y relevancia en el parque de vehículos actual. La experiencia de estos últimos años está confirmando los beneficios a largo plazo de los vehículos eléctricos, tanto para los conductores como para nuestro medio ambiente.