La revancha del botón físico

Hace poco, Thomas Schäfer, CEO de Volkswagen, anunciaba en un mensaje publicado en LinkedIn su intención de simplificar la utilización de los futuros vehículos de la marca, afirmando, por ejemplo, que regresarán a los mandos físicos del volante porque “es lo que los clientes esperan de Volkswagen”.

Esta decisión está motivada por los numerosos comentarios críticos, por no decir muy negativos, que se han hecho oír tanto en los concesionarios como en los foros especializados. Entre los modelos equipados de serie con estos polémicos botones táctiles se encuentran el Golf GTI y el ID.4.

Esta decisión de “dar un paso atrás” no es tan anecdótica y, sobre todo, deja bien claro que “progreso” no siempre es sinónimo de “eficacia”. Es así, por ejemplo, como un experimento realizado recientemente por periodistas suecos probaría que los coches dotados actualmente de pantallas táctiles son más lentos en la ejecución de ciertas tareas que otros antiguos modelos equipados únicamente de botones físicos e interruptores. Es también un toque de atención a los ingenieros, que en adelante deberán mostrarse más perspicaces.