Cómo preparar el coche para la llegada del otoño

Cada estación trae consigo cambios relevantes en la carretera. Y el otoño no es una excepción a esta regla. Clima variables, luz tenue, hojas en la carretera, zonas con abundante niebla... Esta época del año requiere algunos ajustes si usted quiere conducir con total seguridad. Se lo explicamos a continuación.
Cómo preparar el coche para la llegada del otoño
©LeManna/iStock

Equipamiento a comprobar

Es un dato poco conocido que el cambio al horario de invierno a finales de octubre y los fines de semana que le siguen, provoca un repunte en los accidentes en carretera. La causa : los problemas de visibilidad que surgen a primera hora de la mañana y al atardecer. Por tanto, no espere usted a diciembre para revisar los fusibles, las bombillas y la óptica de las luces de su coche. La clave para ver adecuadamente y ser bien visto es asegurarse de que los faros e intermitentes funcionan de forma correcta y eficaz.

Las lluvias, que a partir de octubre aumentan considerablemente, obligan a los conductores a utilizar los limpiaparabrisas con bastante frecuencia. El otoño es el momento ideal para cambiar las escobillas si usted detecta que están perdiendo eficacia. Tenga en cuenta que una escobilla de goma que está gastada hace ruido cada vez que pasa y deja marcas visibles en el parabrisas. Los fabricantes recomiendan cambiar los limpiaparabrisas una o dos veces al año, idealmente a principios de primavera y en los comienzos del otoño.

También se deben revisar o cambiar los diferentes filtros de aire. El filtro de aire del interior del coche, que, dependiendo del modelo de automóvil, se encuentra detrás de la guantera, en el suelo del lado del pasajero o directamente en el compartimento del motor —debajo de los limpiaparabrisas—, merece nuestra atención antes del otoño, sobre todo porque el sistema de ventilación estará sometido a una mayor presión por el sistema de calefacción.

El filtro de aire del motor, que desempeña un papel fundamental en el rendimiento de su coche, también es una pieza muy delicada. En otoño se encuentra especialmente exigido, ya que los restos de las hojas muertas se acumulan en grandes cantidades. Además de las recomendaciones del fabricante (por norma general, cambiarlo cada 20.000 km), revisar la pieza al inicio y al final de la temporada es una auténtica garantía de durabilidad.

Una buena limpieza es fundamental y necesaria

El otoño suele traer consigo un cambio significativo en nuestra atmósfera. La acumulación de partículas secas durante las estaciones más cálidas, seguida de elementos húmedos en otoño, es perjudicial para la limpieza de los elementos de visibilidad, especialmente los parabrisas, espejos retrovisores y los cristales de los faros. Como en todas las estaciones, más vale prevenir que curar : la limpieza en casa o la visita al túnel de lavado son tareas necesarias y conviene repetirlas tan a menudo como sea posible.

Un mantenimiento de cuatro estaciones

La llegada de una nueva estación implica cambios en las demandas mecánicas y eléctricas de su vehículo. Los neumáticos, que garantizan la adherencia del coche a la carretera, deben recibir los mismos cuidados en otoño que en primavera. Los conductores que alternan sus juegos de neumáticos a lo largo del año pueden cambiar a sus modelos “de invierno” desde principios de otoño.

Otra pieza vital : la batería. Además del control anual, la pérdida de eficiencia de esta parte eléctrica en los casos de cambio de temperatura merece cierta vigilancia. Lo ideal es sustituirla a principios de otoño si la anterior batería ha cumplido ya los dos años.

El mantenimiento, las revisiones del equipamiento y la limpieza periódica son sus mejores bazas para afrontar el otoño de forma segura, sin tener que realizar importantes modificaciones. El control periódico de su vehículo, en todas las estaciones, sigue siendo un objetivo claro a alcanzar para poder conducir con tranquilidad en cualquier momento.