¿Cómo proteger su coche a diario?

Para que su coche permanezca en buen estado el mayor tiempo posible, es fundamental que lo proteja de fenómenos meteorológicos, árboles, roedores, etc. A continuación, ViaMichelin le explica cómo evitar que su coche se desgaste de forma prematura con unos sencillos consejos que van desde el momento en que aparca el vehículo hasta el momento de limpiarlo o hacerle el mantenimiento.
¿Cómo proteger su coche a diario?
©sqback/iStock

Proteja o cubra su coche

Si no tiene garaje, cubrir su vehículo puede ayudarle a protegerlo del clima. Para ello, puede utilizar una lona que se adhiera al coche usando tensores, o bien emplear un simple elástico de sujeción.

En invierno, esta protección evita que el parabrisas se hiele, pudiendo servir también de barrera contra el frío si opta por una lona anticongelante. Evitar que el coche se enfríe le ayudará a cuidar mejor las puertas y los limpiaparabrisas del vehículo. También puede reforzar esta protección contra el frío poniéndole una tapa a la batería.

En verano, por otra parte, el calor puede ser muy perjudicial para los sellos de las juntas y la correa del motor. Lo mejor es aparcar el vehículo a la sombra siempre que ello sea posible. De lo contrario, teniendo en cuenta que los rayos del sol se mueven a lo largo de las horas, puede asegurar las ventanas colocando parasoles y proteger el parabrisas con un panel de aluminio.

Consejo: Si vive en un clima particularmente caluroso, considere aplicar cera protectora después de lavar el vehículo, para mitigar el impacto del sol.

Límpielo regularmente

Asegúrese de que la chapa no tiene arañazos. En caso contrario, es aconsejable intervenir lo antes posible para evitar que aparezca óxido. Los arañazos poco profundos se pueden eliminar con esmalte o bolígrafos de retoque, pero los más marcados deben ser tratados por un profesional.

En climas fríos, puede lavar el automóvil con agua clara para deshacerse de la sal de de la nieve y de las impurezas e insectos que puedan haberse quedado debajo de la lona. Lubrique las bisagras de las puertas y el maletero para evitar que se atasquen. Limpie las juntas y gomas antes de tratarlas con un producto de mantenimiento. Para evitar que la humedad penetre en la cabina, evite dejar alfombras o paraguas mojados en su interior y no abra la ventana cuando llueva.

Aparcar lejos de árboles y otros vehículos

Los árboles mutan dos veces al año, pudiendo ocasionar daños en su vehículo. En la primavera, puede llover polen sobre la carrocería. No siembre es fácil deshacerse de él porque algunas partículas son extremadamente pegajosas. Por otra parte, en otoño hay que prestar atención a la caída de las hojas, agujas de pino, bellotas… Cuando se quedan entre el capó y el parabrisas, estos elementos pueden acabar obstruyendo los canales de ventilación.

Otros riesgos que pueden tener su origen en los árboles son las aves y sus excrementos. Al tener ácido y nitrógeno, es fácil que acaben dañando la pintura y la carrocería del vehículo. Finalmente, no hay que pasar por alto que en invierno la caída de ramas es una realidad frecuente.

También es importante que, en la medida de lo posible, estacione su coche lejos de otros vehículos. Esto evitará que quede expuesto al golpe de las puertas cercanas cuando se abren, además de a los arañazos y rozaduras que pueden producirse por las maniobras de otros vehículos.

Cuide el mantenimiento de su vehículo

Revise regularmente la presión de los neumáticos, que tienden a desinflarse más fácilmente cuando hace frío. Asimismo, en las mañanas de invierno arranque el motor y caliente el vehículo durante al menos diez minutos antes de salir. Preste especial atención a la batería: si ve que le cuesta arrancar y tiene más de cinco años, puede que haya llegado la hora de cambiarla.

En verano, nunca deje su coche al sol con el depósito vacío. La humedad podría filtrarse y deteriorar el circuito de inyección. Otra cosa que debe tener en cuenta es que el calor evapora los líquidos, así que, antes de salir de viaje, compruebe los diferentes niveles de aceite, líquido de frenos y refrigerante.

Protéjalo de los roedores

No olvide proteger su automóvil de los roedores. Pueden refugiarse debajo del capó y dañar cables o mangueras. Los dispositivos repelentes ultrasónicos emiten un ruido inaudible para los humanos, por lo que ello será suficiente para mantener alejados a los animales. También puede usar un repelente de olores disuasorios. No almacene alimentos en su garaje y evite comer en el vehículo para no dejar migas en la cabina.

Cuando no pueda dejar el coche en un garaje, hay ciertas precauciones que puede tomar para mantenerlo en óptimas condiciones. Siguiendo estos consejos podrá disfrutar de su coche durante más tiempo.