Combustible: ¿el combustible de los supermercados es de peor calidad?

El origen de los combustibles es idéntico, así como sus estándares de calidad
Los combustibles distribuidos en España están sometidos a un estricto control y deben cumplir con los estándares de calidad exigidos a nivel europeo (directiva 98/70/CE modificada). Esta directiva establece detalladamente las características obligatorias de la gasolina y el gasóleo, así como el contenido que deben llevar de azufre o agua, por ejemplo. Por lo tanto, todos los europeos tienen acceso en todas partes a un combustible de calidad adaptado a sus vehículos.
Los aditivos del combustible
Para distinguirse de sus competidores, las compañías petrolíferas incluyen aditivos en sus combustibles. Dependiendo de la marca, estos aditivos están creados para:
- Mejorar la combustión.
- Aumentar el número de kilómetros recorridos.
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Proteger el vehículo contra la corrosión.
- Facilitar la limpieza del sistema de alimentación del combustible.
- Reducir la fricción y el desgaste de los componentes.
- Optimizar la longevidad del motor.
La verdadera diferencia: mantenimiento de los surtidores y almacenamiento del combustible
Aunque todos los operadores de estaciones de servicio están sujetos a controles periódicos, las estaciones de servicio especializadas prestan más atención al mantenimiento de los surtidores y al almacenamiento del combustible, de ahí que sus precios sean más elevados.
Los operadores de las estaciones de servicio comprueban más a menudo, mediante la toma de muestras, la presión del vapor (variación ligada al cambio de temperatura), la presencia de compuestos volátiles (cuando la gasolina se desliza en el depósito de gasóleo durante el llenado, por ejemplo) o la concentración de agua.
Por lo tanto, el lugar de suministro del combustible tiene poca importancia respecto a la calidad del combustible, sobre todo en los modelos de vehículos más nuevos. La diferencia de precio se debe fundamentalmente a los aditivos que se agregan al combustible y a la forma en que se lo almacena. En el caso de los vehículos más antiguos, compruebe la presión del motor en el libro de instrucciones del fabricante para saber qué combustible debe utilizar.