Ruta de 3 días para descubrir los vinos de Beaujolais

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Un road trip único, que nos llevará desde Villefranche-sur-Saône hasta Beaujeu, a las puertas de Lyon, por la ruta del vino Beaujolais, a través de un territorio lleno de riquezas y encanto. ¡En marcha, vámonos rumbo a los viñedos, castillos y bodegas más auténticos!
Etapa 1: Villefranche-sur-Saône, la puerta de entrada a la región de Beaujolais
Villefranche-sur-Saône, capital de la región de Beaujolais, es el punto de partida ideal para aventurarse en un recorrido enoturístico. Sus callejuelas medievales y sus fachadas renacentistas, dan a esta ciudad un encanto indiscutible e invitan a recorrerla paseando tranquilamente, sin rumbo fijo. Antes de hacernos a las sinuosas carreteras de Beaujolais, haremos una pequeña parada para admirar la destaca colección de pintura regional del museo Paul-Dini. Será también una buena oportunidad para llenar la cesta de picnic de productos típicos, como el queso mâconnais (un queso de cabra no pasteurizado) o la longaniza de cerdo en brioche, y disfrutarlos por el camino. ¡El mejor sitio para ello: el mercado de abastos de Villefranche!
Etapa 2: Oingt, uno de los pueblos más bonitos de Francia
A solo 20 kilómetros, orgullosamente encaramado en la cima de una colina, se encuentra Oingt. Con sus edificaciones de piedra color ocre, sus calles empedradas, las casas con postigos de colores y el torreón del siglo XIII, que le han valido un puesto entre los «pueblos más bonitos de Francia» es, sin duda, una de las joyas del denominado País de las piedras doradas. Desde lo alto de la torre se divisa un magnífico panorama de los montes lioneses, los viñedos de Beaujolais y el valle de Azergues. Y para rematar el día, nada mejor que hacer una parada en una bodega para una primera degustación de un vino blanco o rosado, típico de esta región, donde predomina la variedad gamay. Y para pasar una noche de cuento en un elegante castillo medieval, el Château de Bagnols, en el pueblo vecino.
Aunque la carretera nacional sea el camino más rápido, nosotros recomendamos ir por la D19 para disfrutar del precioso paisaje de Beaujolais, kilómetro tras kilómetro. Su recorrido a través de viñedos, frondosos bosques y apacibles pastos que esperan agazapados tras cada curva, invita a soltar el pie del acelerador y a disfrutar de la belleza del paisaje.

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Etapa 3: Historia y degustación en la bodega château de Corcelles
Al día siguiente, volvemos a la carretera para visitar el majestuoso Castillo de Corcelles. Un viñedo presidido por una magnífica fortaleza del siglo XV, que destaca por su mezcla de arquitectura medieval y renacentista. Los amantes del patrimonio histórico sabrán apreciar la capilla, los fosos y el arbolado parque y los amantes del vino podrán paladear una selección de caldos de toda la región en la bodega. La degustación estará comentada por un apasionado viticultor, que nos enseñará a apreciar la capa granate del brouilly o las notas florales del beaujolais.
Etapa 4: Fleurie, la ruta de los lirios y vinos delicados
En esta etapa, en Fleurie, impera la delicadeza: esta localidad, en pleno corazón de la región de Beaujolais, es famosa por sus elegantes vinos y por el encanto de sus paisajes. Para comenzar, un paseo por la ruta de los lirios (sentier des Lys), un pintoresco itinerario que serpentea por los viñedos a lo largo de unos 4 kilómetros. Antes de volver a la carretera, no podemos dejar de hacer una parada en la Cave des Producteurs de Grands Vins, la cooperativa más antigua de la región, fundada en 1927, y donde se pueden adquirir vinos como juliénas o saint-amour ¡y todos los excelentes vinos por los que es famosa la región de Beaujolais!
Etapa 5: Chiroubles, en el corazón del viñedo de Beaujolais
La siguiente etapa de este recorrido nos conduce en dirección a Chiroubles, un pueblo encaramado en las montañas de Beaujolais. Situado a 400 metros de altitud, desde sus abruptas laderas, plantadas con viñas en terrazas, se contemplan unas espectaculares vistas de todo el valle. ¡Tras un paseo matinal por los viñedos, es hora de sentarse a la mesa de algún restaurante para paladear los vinos de la zona, famosos por su frescura y ligereza, acompañados de exquisitos embutidos, carnes de ave de Bresse o quesos curados, que maridan a la perfección con los néctares de esta región!
Etapa 6: Beaujeu, cuna histórica de Beaujolais
Para concluir este road trip, ponemos rumbo a Beaujeu, la capital histórica de Beaujolais. Con sus callejuelas medievales y la iglesia románica de San Nicolás, todo en esta pequeña ciudad destila autenticidad y tradición. Merece la pena visitar la Casa de las Tierras del Beaujolais: un completo recorrido por la historia vitícola de la región que podremos rematar en la tienda para, una vez más, hacer acopio de exquisitos productos típicos.
El viñedo de Beaujolais está a menos de 35 km de Lyon. Por eso, es un destino ideal para una escapada de fin de semana o un puente, recorriendo sus campos ondulados, salpicados de viñedos y pueblos con encanto, desde la que fuera capital de las Galias.
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