Fin de semana: Roma en 3 días

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Roma, la «Ciudad Eterna», ¡hace honor a su nombre! Nada más poner un pie en la primera callejuela, te sentirás abrumado por la belleza, la riqueza y la autenticidad de este lugar. Vestigios romanos, las maravillas del Vaticano y un ambiente rebosante de vida: durante un fin de semana, déjate llevar por la magia de esta ciudad sin comparación.
Día 1: Empieza por la Antigua Roma
- Por la mañana
Tu visita a la antigua “caput mundi” (capital del mundo) comienza por sus restos. Para evitar las aglomeraciones, lo mejor es planificar tu visita en las primeras horas de la mañana… En este primer día, tu paseo comienza bajo los arcos del famoso Colosseo.
Continuarás por el no menos famoso, e igual de conmovedor, Foro Romano: templos, arcos triunfales y basílicas pueblan este hermoso lugar, donde aún se puede sentir el latido de la ciudad antigua. Las ruinas del Monte Palatino transmiten sensaciones y emociones similares. Una vez que las hayas explorado, abandonarás la cuna de Roma para dirigirte a la plaza del Campidoglio, donde finaliza esta inolvidable mañana tras las huellas de los primeros constructores de Roma. - Al mediodía
Para un merecido descanso, dirígete al Teatro de Marcello, uno de los más antiguos de Roma. Admira las capas arquitectónicas del edificio, construido por Augusto, que se convirtió en templo y luego en palacio. Para comer, ¿por qué no elegir un pequeño establecimiento del Ghetto? ¡Vais a disfrutar como nunca! - Por la tarde
Una vez terminada la comida, vuelve al Panteón. A pocos pasos, disfruta de uno de los mejores cafés de Roma, en el Caffè Sant’Eustachio o en la Tazza d’Oro. Todavía animado por los sabores de la comida, podrás perderte por las callejuelas de la Roma barroca. Fuentes, estatuas, máscaras… los detalles abundan y te dejarán con la boca abierta. Por el camino, haz una parada en la iglesia de San Luis de los Franceses o en Sant’Agostino, que está muy cerca. Además de sus tesoros arquitectónicos, podrá contemplar algunas de las obras maestras de Caravaggio. El resto de la tarde lo puedes pasar en el majestuoso Palazzo Altemps (el Museo Nacional Romano). - Por la noche
Al final del día, pasea por la bella Piazza Navona, entre pintores y artistas callejeros, y disfruta de un aperitivo en uno de los numerosos bares de vinos de la plaza. La primera jornada termina en el Campo de’ Fiori. Aquí hay mercado todos los días, así que es el lugar ideal para una cena de sabores locales.
Roma está construida sobre siete colinas que ofrecen unas magníficas vistas de la ciudad. No te faltará donde elegir. En función de tus paseos y tu itinerario, puedes optar por la plaza del Campidoglio, la plaza del Quirinal, la terraza del Vittoriano, el paseo del Janículo, la terraza del Castillo de Sant’Angelo, los jardines del Pincio o la cúpula de la basílica de San Pedro del Vaticano. Elige tu mejor opción planificando tu jornada con tiempo.
Día 2: de las principales plazas a Villa Borghese
- Por la mañana
Pasa la mañana en los alrededores de la Piazza di Spagna, donde podrás alternar la contemplación del arte con las compras. Haz una pausa en el famoso Antico Caffè Greco. A continuación, dirígete a la Piazza del Popolo para visitar la iglesia de Santa Maria del Popolo. Quédate en el barrio para comer en los alrededores de la plaza o, si hace buen tiempo, para hacer un picnic en el Pincio. - Tarde y noche
Deja que tus pasos te guíen bajo los altos árboles y el follaje del parque más grande de Roma. Los jardines de Villa Borghese son una de las visitas obligadas de la capital italiana, con sus terrazas, museos, miradores y extensiones de agua. Ten en cuenta que la magnífica Galería Borghese sólo puede visitarse con cita previa. Tómate tu tiempo, respira y admira tu alrededor. En estos lugares de contemplación, podrás disfrutar de un paseo lejos del bullicio de la ciudad.
Una vez finalizado el impresionante recorrido, vuelve hacia el centro, paseando por la legendaria Fontana di Trevi, otro de los lugares imprescindibles de la ciudad. Para cenar, quédate en esta zona y dirígete a la Piazza del Quirinale para disfrutar de las vistas.
Día 3: Visita al Vaticano y paseo a orillas del Tíber
- Por la mañana
Intenta llegar pronto al Vaticano, donde pasarás la mañana descubriendo la Basílica de San Pedro y una selección de obras de los Museos Vaticanos, entre las que se encuentra la impresionante Capilla Sixtina. No olvides comprar tu entrada con antelación para evitar pasar la mañana haciendo cola. - Tarde y noche
Visita el Castel Sant’Angelo y, a continuación, camina por la orilla derecha del Tíber hasta llegar al paseo del Janículo (Passeggiata del Gianicolo). Sube a la terraza del Janículo y disfruta de la espléndida vista sobre Roma. Al final del día, cruza el río para pasar la noche en la otra orilla, en el popular barrio de Trastevere.
¿Tienes un día más para visitar Roma?
Amplía tu fin de semana con una excursión de un día a Tívoli, donde se encuentran Villa Adriana y Villa d’Este. Si eres una persona amante de las piedras antiguas y de los baños de mar, ¿por qué no haces una excursión a Ostia? En menos de una hora, estarás en la costa, disfrutando de tu visita. Tu primera parada es Ostia Antica, el yacimiento arqueológico y antiguo puerto de Roma. No podrás dejar de admirar los restos bien conservados, las calles, las plazas del mercado, los mosaicos… la ciudad aparece ante tus ojos, tal y como la vivieron los antiguos del lugar. Y después… ¿Por qué no probar las aguas de Ostia Lido, la playa más cercana? Roma conquista con sus encantos a todos los viajeros que la visitan. ¡Italia te espera!
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