Situado en las inmediaciones de la catedral de Sevilla, este hotel típicamente sevillano, que data del siglo XVIII, ha mantenido elementos originales, como el patio interior y el diseño, que combina los arcos árabes con el típico alicatado andaluz.
Un hotel con encanto ideal para descubrir la romántica ciudad de Sevilla. Desde él podrá llegar caminando hasta los principales lugares de interés y al pintoresco barrio de Santa Cruz, con sus bares de tapas y sus callejuelas adoquinadas.