Qué hacer en Narbona y Carcasona: visitar el País Cátaro en familia
Qué hacer en Narbona y Carcasona: visitar el País Cátaro en familia

La cité de Carcassonne et le Pont Vieux enjambant l'Aude (Occitanie, France) - ©Riska Parakeet/Shutterstock
La Ruta de los Castillos Cátaros es una invitación a tomarse su tiempo, saborear cada momento y transformar el itinerario en una aventura familiar inmersiva. Al este, Narbona combina la herencia romana con los placeres del mar. Al oeste, la ciudad medieval de Carcasona despliega sus imponentes murallas milenarias. Explora estas tierras históricas recorriendo senderos recónditos, descubriendo tesoros escondidos y pasando momentos únicos con tus hijos.
¿Qué hacer en Narbona? Entre el patrimonio histórico y el Mediterráneo
Un comienzo de viaje marcado por la filosofía «slow»
Antes de salir a explorar las tierras cátaras, tómate el tiempo de hacer una parada en el Mercado de Narbona para preparar una cesta de picnic (con aceitunas, pan artesanal y quesos del Aude). Será la oportunidad ideal para charlar con productores locales y que tus hijos descubran la gastronomía de la región.
Un rico patrimonio histórico para descubrir
Podrás recorrer el centro histórico de Narbona con tus hijos, dejándoles elegir qué callejuelas explorar, transformando así el paseo en una aventura espontánea. El majestuoso Palacio de los Arzobispos exhibe sus notables colecciones, mientras que la Catedral de San Justo y San Pastor, uno de los edificios góticos más altos del sur de Francia, extiende orgullosa sus torres hacia el cielo. A pocos pasos de allí se puede acceder a las entrañas de la ciudad visitando el Horreum romano, unas galerías subterráneas construidas en el siglo I a.C. que dan testimonio de la antigüedad clásica. Si llueve, refúgiate en el Museo Narbo Via.
El pase Narbona Monumental (Narbonne Monumentale) te permite acceder a varios sitios y museos de la ciudad durante un año. El precio es de 12 € y 8 € para los estudiantes y niños mayores de 10 años, respectivamente, con visita guiada incluida.
Disfrutar del agua en familia
Déjate seducir por una escapada a lo largo del Canal de la Robine, que te brindará momentos de contemplación a bordo de un barco eléctrico o de una barcaza tradicional. También puedes dar un paseo en bicicleta por la orilla. Detente a observar las aves y aprende más sobre la vida silvestre local gracias a la guía sobre la naturaleza disponible en las oficinas de turismo.
No muy lejos del canal, la playa Narbonne Plage te ofrece el marco natural ideal para compartir momentos de evasión con los tuyos. Transforma tu día de playa en una verdadera aventura: ¡busca tesoros naturales, recoge conchas, observa pequeños camarones o construye un castillo de arena cátaro!
La Ruta de los Castillos Cátaros, una aventura en familia
Paradas originales que no te puedes perder
También puedes hacer una visita guiada de la abadía de Fontfroide adaptada a las familias (con anécdotas para los niños). Antes de regresar al coche, disfruta de los jardines, donde tus hijos podrán corretear imaginando que son caballeros o monjes.
En Lagrasse, visita la abadía de Sainte-Marie d’Orbieu a tu propio ritmo gracias a la audioguía, y después toma una deliciosa merienda a orillas del río Orbieu, el lugar perfecto para mojarte los pies y compartir un momento de calma.
Las ruinas del castillo de Termes, situadas sobre una colina, ofrecen una vista impresionante de las gargantas de Termenet. La visita se transforma en una búsqueda de detalles arquitectónicos, contando las torres que se mantienen en pie y observando las aberturas de las murallas.
Ten en cuenta
Para apreciar al máximo el paisaje, aparca el coche y sube a pie hasta el sitio. No te olvides de hacer una pausa para inmortalizar el panorama.
Senderos escondidos
Para vivir una experiencia realmente auténtica, aventúrate por los senderos menos transitados. Recorre los pequeños caminos bordeados de viñedos y deja que tus hijos se acerquen a observar las cepas.
Puedes hacer una pausa en una granja o bodega, donde las familias son bienvenidas. Los adultos descubrirán el vino, mientras los niños disfrutan de un parque infantil o de una actividad en la naturaleza.
Para ir entrando en tema desde el comienzo, prepara una lista de reproducción de leyendas cátaras para escuchar en el coche con los niños.
Dale a cada uno de tus hijos un diario de viaje para que puedan dibujar lo que van viendo y apuntar sus descubrimientos.
Qué hacer en Carcasona: ciudad medieval y naturaleza intacta
Descubre la ciudad medieval de manera original
Deja de lado las visitas cronometradas y deja que tus hijos se detengan donde quieran, ya sea en los puestos de artesanías, en las gárgolas o en los patios medievales: en Carcasona, cada esquina esconde una sorpresa. En el corazón de la ciudad medieval, declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, descubrirás el Castillo Condal y sus murallas, donde tus hijos podrán ponerse en la piel de un caballero o de una princesa. Para terminar la visita con un momento de serenidad, ve a la Basílica de San Nazario, famosa por sus excepcionales vitrales.
Explora las murallas temprano por la mañana o al final de la tarde para disfrutar de la luz suave y evitar el gentío.
Desde la ciudad medieval puedes cruzar el Puente Viejo, cargado de historia, para ir al barrio más animado de Carcasona: Bastida de San Luis. Tómate el tiempo de contemplar la vista del río Aude y las murallas.
Deja que sus hijos jueguen en la Place Carnot, antes de hacer una parada para disfrutar de un capricho gastronómico en el mercado cubierto. Luego, descubre las fascinantes obras de arte del Museo de Bellas Artes o piérdete por las callejuelas adoquinadas, con sus tiendas rebosantes de productos artesanales y tesoros locales.
Para sumergirte en la atmósfera medieval, apúntate a un taller de introducción a la caligrafía o al tiro con arco. Los espectáculos de caballería y cetrería ofrecen a los niños la oportunidad de aprender a manejar armas medievales.

©Bouvier Ben/Shutterstock
Naturaleza y relajación en los alrededores de Carcasona
El lago de Cavayère, un auténtico remanso de paz natural a sólo 10 km de Carcasona es una tentadora invitación a relajarse y disfrutar de la naturaleza. Embárcate en una aventura tranquila en bote a pedales o en tabla de remo, arrullado por la serenidad del lugar. Entre refrescantes baños, juegos de frisbee o de pelota y paseos a lo largo del lago, cada momento invita a la relajación. No te olvides de traer tus binoculares para observar las aves en libertad o una guía de las plantas locales para enriquecer tu paseo.
El Parque Australiano, que se encuentra a tan solo diez minutos de ahí, te ofrece una experiencia única, ya que te permite explorar un auténtico rincón de Australia en el corazón del Languedoc, con canguros, emús y loros que viven en libertad. Incluso tendrás la oportunidad de probar a lanzar bumerán o descubrir los ritmos de las danzas aborígenes, para sumergirte por completo en la cultura australiana.
Sabores locales: delicias gourmet al servicio de un estilo de vida lento
Participa en un taller de preparación de cassoulet, una especie de fabada típica de la región, en una granja local: una experiencia gourmet para compartir en familia. Al final del día, prueba un postre típico, como el Carcassonnais, mientras admiras la vista de la ciudad iluminada. ¡Una delicia también para los ojos!
En julio, el Festival de Carcasona propone un programa ecléctico: música clásica, espectáculos al aire libre, ballets y canciones internacionales.
En agosto, no te pierdas la Feria de Carcasona, que celebra la cultura española con conciertos y bodegas al aire libre.
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