Permite admirar el emplazamiento de la ciudad y hacerse una idea del intenso tráfico portuario. Lamentablemente, las gabarras y los barcos ligeros de tipo fenicio con una gran vela son cada vez más raras. La travesía del estuario en una de las barcas regulares es también un paseo muy agradable que ofrece hermosas perspectivas de la ciudad y sus colinas. Al llegar a Lisboa en barco, al Terreiro do Paço, se tiene la impresión de penetrar en el corazón de la ciudad.