En Yaxcopoil, un bonito arco polilobulado le da la bienvenida a esta gran hacienda de sisal. La sala de máquinas y su raspador mecánico guardan silencio definitivamente, pero siguen mostrando, junto a la casa de los señores, la capilla y el jardín, el decorado inmovilizado de una época pasada. Funciona también como alojamiento turístico.