La opinión de la Guía Michelin
El Emperador José II mandó abrir al público en 1766 un extenso coto de caza: así nace el "Prater". Rápidamente se convirtió en un popular lugar de paseo, perfecto para ir en carroza o a caballo. El vals, que causaba furor durante la Belle Époque, se practica en los cafés danzantes. Es cierto que el Prater es inmenso (más de 5 km de longitud), pero tiene una zona especialmente conocida, el Wurstelpark, un parque de atracciones permanente cuya atracción principal es la Noria, inmortalizada por Carol Reed en El tercer hombre.