No muy lejos de Weimar, el bosque del Ettersberg escondió en su seno durante ocho años uno de los mayores campos de concentración del régimen hitleriano. Creado en 1937 para internar a los oponentes del régimen, y luego a los judíos, gitanos y ciudadanos de países ocupados: en total fueron unos 250.000 apresados. En 1945 las fuerzas soviéticas de ocupación abrirían en las inmediaciones el campo especial n° 2, donde serían internados antiguos mandos del partido nazi, criminales nazis y prisioneros políticos.