Los terrenos del palacio de Scone incluyen Moot Hill, uno de los lugares históricos más sagrados de Escocia desde la época de los pictos. A mediados del s. IX Kenneth MacAlpine lo convirtió en el centro de su nuevo reino picto-escocés y en un anexo del centro eclesiástico de Dunkeld. A partir de entonces los reyes de Escocia serán siempre coronados sobre la piedra del Destino o piedra de Scone. El palacio neogótico actual alberga una magnífica colección de muebles franceses, marfiles y porcelana.