Río arriba, en la margen izquierda del Támesis, el palacio real de Hampton Court fue una de las residencias preferidas de los monarcas británicos entre los ss. XVI y XVIII. El edificio constituye la más bella muestra de estilo Tudor del país mezclado con el estilo clásico. Observe en particular el Geat Hall, la Capilla Real y el reloj astronómico. Los aposentos de gala están admirablemente decorados y albergan una galería de pintura renacentista. Sin olvidar los suntuosos jardines.