La desierta isla de Staffa, situada al oeste de Mull, debe su fama a la obertura de Mendelssohn titulada la Gruta de Fingal, compuesta tras la visita del músico a Staffa en 1829. Son muchos los visitantes que vienen a admirar esta isla que emerge del agua sostenida por unos oscuros órganos de basalto que se caracterizan por sus líneas curvas. Para apreciar plenamente la cueva "musical" hay que visitarla con el mar revuelto, para sentir en la cavidad la intensidad de su "canto" La isla acoge a una importante colonia de pájaros y no es extraño ver alguna foca o ballena.