La opinión de la Guía Michelin
Conservada en el Museo Kurutzesantu de Durango, la cruz de Kurutziaga está tallada por ambas caras (Paraíso, Adán y Eva, los 12 apóstoles). Se trata de una cruz expiatoria erigida como reparación a la herejía difundida en 1442 por el franciscano fray Alonso de Mella, que encontró apoyo a sus teorías subversivas entre muchos vecinos de la localidad. Un centenar de ellos fueron quemados por brujería en 1444 justo en el lugar donde se encontraba originalmente la cruz.