Corrimientos de tierra reiterados, infiltraciones de agua, terremotos y errores humanos obligaron a los habitantes de la población de Craco a dejar sus casas hace unos 40 años. La localidad, fundada en el s. VIII a.C., se ha convertido oficialmente en una ciudad fantasma inscrita desde 2010 en la lista World Monuments Watch de la WMF. Solo están permitidas las visitas guiadas.