Estas dos plazas forman una inmensa explanada paralela al Ebro. En ellas se elevan los dos monumentos más emblemáticos de Zaragoza: la basílica de Nuestra Señora del Pilar y la Seo o catedral de San Salvador. El lugar es punto de encuentro de los zaragozanos al caer la tarde y el sitio donde afluyen los peregrinos durante las fiestas del Pilar. La fuente de la Hispanidad, en el extremo occidental, fue levantada en honor a Hispanoamérica. La otra fuente, situada enfrente de la Lonja, está dedicada a Goya.