Esta iglesia, reconstruida después de la II Guerra mundial, contiene un bello conjunto de estatuas barrocas del s. XVII que pertenecían a la sillería del coro, desaparecida durante la guerra. Actualmente están repartidas entre el coro y en las naves laterales, junto a los confesionarios. Las vidrieras del lado oeste de la torre, que representan la Resurrección, son obra de J. Nicolas (1937).