La opinión de la Guía Michelin
Edificado por Erdmannsdorff a finales del s. XVIII, este castillo revela una estructura neoclásica. El edificio de dos pisos, recubierto de un enlucido blanco y amarillo, contrasta con la vegetación circundante. En el interior, las estancias, de dimensiones razonables, han conservado casi en su totalidad la decoración original. Destacan en particular el elegante comedor y la gran sala de fiestas, cuyo techo de artesonado está cubierto de frescos. La biblioteca, realzada por cuadros antiguos, es también digna de mención.