Cuando en 1853 un nacionalista húngaro atentó sin éxito contra la vida de Francisco José, su hermano Maximiliano prometió construir una iglesia. El resultado es la Votivkirche o iglesia votiva, de estilo neogótico y dotada de agujas caladas. En su interior se admiran dos obras renacentistas: el yacente del conde Salm (1530) y el llamado retablo de Amberes (s. XV). La iglesia, en obras de restauración por un periodo prolongado, permanece abierta a la visita.