Escenario de las coronaciones y los bautizos y bodas reales, el símbolo de la evangelización del país se ha convertido también en el de la Lituania nuevamente independiente. Las primeras iglesias que ocuparon el lugar fueron construidas en 1251 por Mindaugas y en 1388 por el rey Jogaila. Desde entonces, la catedral ha sufrido numerosas modificaciones hasta convertirse en el mayor lugar de culto del país. El interior, menos retocado, consta de tres naves sostenidas por robustas columnas que transmiten una sensación de fuerza y solidez. No deje de ver la capilla barroca de San Casimiro (1636), al fondo a la derecha.