Aunque el aspecto exterior de esta iglesia de tres naves es muy sencillo, su compleja bóveda de estrella es una obra de arte de la arquitectura. Además del altar mayor con sus magníficas esculturas y su baldaquino, se debe admirar el púlpito de piedra labrada de 1555. En la pared sur de la iglesia y en los muros exteriores meridionales, se pueden ver numerosas tumbas de los ss. XV al XVIII. Durante el verano, es posible subir al campanario y disfrutar así de un bello panorama.