Custodiada por la elegante y espigada torre Bissara (s. XII), la basílica (1549-1614) es una de las obras maestras de Palladio con sus galerías superpuestas de orden dórico y jónico, admirables por su fuerza, proporciones y pureza. El edificio no se concibió para cumplir una función religiosa. Hoy alberga el Museo de la Joya. Desde la azotea podrá disfrutar de una magnífica vista de la ciudad, en particular al atardecer.