Exceptuando un pequeño grupo de aficionados, este ancestro del tenis ya casi no se practica, lo cual hubiera significado la desaparición de esta sala del s. XVII. Sin embargo aún existe gracias a que, el 20 de junio de 1789, tuvo lugar en ella el famoso juramento del Juego de la Pelota, por el cual los diputados del Tercer Estado juraron dar una constitución a Francia.