El monasterio fue fundado a mediados del s. XII por monjes cistercienses. El conjunto comprende una bellísima iglesia abacial con una sobria fachada en un estilo de transición románico-gótico. En el amplio interior, de estilo ya claramente gótico, destacan una capilla plateresca con una puerta esculpida y, justo enfrente, la puerta rococó de la sacristía. El claustro por su parte, es de estilo gótico flamígero con un cuerpo superior de estilo plateresco.