La opinión de la Guía Michelin
Cuenta la tradición que esta iglesia fue consagrada por el papa Alejandro III, llegado a Venecia en 1117 para reunirse con Federico Barbarroja. Su fachada, reconstruida por Giuseppe Sardi en el s. XVII, está "adornada" por una bola de cañón que se alojó ahí en 1849. En el interior, con varias cúpulas, no faltan las obras de arte: entre ellas, Los Discípulos de Emaús, atribuida a Giovanni Bellini, y una Anunciación de Tiziano.