Ya de lejos se observa la silueta de su campanario amarillo, vestigio del antiguo convento de San Francisco de Asís (s. XVIII), que ha tenido una existencia de lo más agitada. Fue transformado en gallinero, escuela, cuartel... y hoy tiene una nueva misión: ilustrar la lucha que mantiene el gobierno actual contra los bandidos, es decir, los contrarrevolucionarios que se opusieron a Castro en los años 1960. Estos personajes figuran en fotos en el Museo de la Lucha contra Bandidos. Desde lo alto de la torre la vista es espectacular.