Esta iglesia del s. XVIII por la que las gentes de Toulouse sienten especial cariño es la heredera de un templo pagano transformado primero en iglesia consagrada a la Virgen (s. V) y más tarde en monasterio benedictino. De todas las ceremonias que en ella tienen lugar (entre ellas la bendición de las flores destinadas a los ganadores de los juegos florales), la más importante es la romería de Nuestra Señora la Negra. Según la época, la imagen luce lujosos ropajes realizados en ocasiones por reconocidos diseñadores (entre ellos De Castelbajac).