La opinión de la Guía Michelin
La última obra del Aleijadinho es magistral. La iglesia matriz de Santo Antônio ilustra, cómo si hiciera falta, el virtuosismo barroco del Maestro. A él le debemos la fachada y los dos campanarios que constituyen los dos elementos más destacados del edificio. Antes de entrar a admirar el interior, una profusión de dorados y un órgano precioso (s. XVIII), contemple las vistas de Tiradentes.