Sin duda uno de los más hermosos edificios religiosos barrocos de Rumanía, fue construida entre 1736 y 1744 sobre planos del arquitecto austriaco Josef Emmanuel Fischer von Erlach, continuador de la obra de su padre, el prestigioso Johann Bernhard (1656-1723). El interior es un despliegue de mármoles policromados y decoraciones de estucos rococós realizados por el vienés Johann Müller.