Durante los cuatro siglos que duró la colonización romana, la ciudad de Tarraco se convirtió en una de las más importantes de todo el imperio. De ello dan fe los vestigios diseminados por la ciudad actual, unas ruinas que permiten comprender cómo era la vida de los 30 000 habitantes de entonces. El recorrido permite descubrir el foro, un magnífico anfiteatro (s. II) a orillas del mar, el circo romano (s. I), el pretorio y sus subterráneos y las murallas del s. III a.C. Termine con una visita al museo Nacional Arqueológico y sus espléndidos mosaicos.