La opinión de la Guía Michelin
La catedral se sitúa en la transición entre el románico y el gótico, si bien posee capillas laterales de estilo plateresco y barroco: es precisamente esta variedad estilística la que le confiere interés. Su fachada, aunque inconclusa, es una obra de grandes dimensiones. El interior es comparable a un museo de arte sacro: retablos barrocos y platerescos, capillas decoradas con frescos, grandes tapices suspendidos de la cúpula... Todo apenas iluminado por la luz que se filtra a través de las vidrieras y el rosetón.