La opinión de la Guía Michelin
El pitón de la Fournaise se despierta de vez en cuando para emitir coladas de lava que pueden llegar a cruzar la carretera nacional (la N 2, que avanza paralela a la costa de levante) hasta tocar el mar. El sendero, balizado con placas cerámicas, comienza a orillas del mar, lo que permite contemplar el intenso oleaje golpeando los verticales acantilados. Discurre por una antigua colada y llega hasta la punta de la Table, donde aún son patentes las huellas de la erupción de 1986, aunque la naturaleza ya ha reconquistado el lugar.