La opinión de la Guía Michelin
Esta flamante basílica, monumental relicario para una falange de San Nicolás, lleva casi diez siglos atrayendo a peregrinos y curiosos hasta Saint-Nicolas-de-Port. Sus desmesuradas proporciones son dignas de una catedral: ¡las torres son incluso más altas que las de la catedral de Notre-Dame de París! Admire la bonita fachada flamígera, las bóvedas nervadas y las magníficas vidrieras (1507-1510) del ábside y de las naves laterales, donde el Renacimiento empieza ya a insinuarse.