La opinión de la Guía Michelin
El acceso a la isla de Grand-Bé se hace por una calzada transitable con marea baja. Mirando al mar se encuentra la tumba de Chateaubriand: una losa sin nombre coronada por una pesada cruz de granito. Desde lo más alto de la isla se disfruta de una bella panorámica de la Costa de Esmeralda.