La opinión de la Guía Michelin
Curva tras curva, el paisaje se recorta formando un mosaico de estrechos valles en los que los bancales cultivados alternan con bosques. De un valle a otro, impetuosos torrentes han ido abriéndose paso entre los montes formando estas impresionantes cluses que son la seña de identidad de la región: cluses de Riolan, Aiglun y Saint-Auban. A la sombra de sus vertientes se esconde una miríada de aldeas suspendidas a cual más encantadora.