La opinión de la Guía Michelin
La catedral, en la armoniosa plaza a la que da nombre, luce una bella portada renacentista, un rosetón y un mosaico del s. XIII. En el interior se admira una bella cruz de altar pintada sobre un pergamino aplicado sobre un panel por Alberto Sozio, frescos de Pinturicchio y el monumento funerario de Filippo Lippi. Por último, en el ábside se ven frescos en los que Filippo Lippi representó escenas de la vida de la Virgen.