Las cuevas de Soyons son clave para el estudio del hombre de Neandertal. La vasta red subterránea que comienza en el "agujero del Zorro" (trou du Renard) desemboca en varias salas acondicionadas para la visita en las que pueden verse numerosas concreciones polimorfas, en algunos casos monumentales. Estas cuevas estuvieron ocupadas por hombres y animales cavernícolas desde tiempos inmemoriales. Prueba de ellos son las osamentas de osos, lobos y leones de las cavernas encontradas.