La opinión de la Guía Michelin
El prodigio ocurrido en 1953 no es el santuario en sí, gigantesco cono de hormigón armado edificado por los arquitectos Andrault, Parat y Morandi y adonde los peregrinos afluyen en filas compactas. Se trata de un cuadro de la Madona que de pronto se puso a llorar. Lo que explica esta imponente construcción, cuyo interior produce una impresión de vertiginosa altura, que conmemora el acontecimiento.