Los bulbos dorados de la iglesia conmemorativa de la Natividad se distinguen desde lejos. El edificio fue erigido en 1902 al pie del puerto donde se libró la batalla de Sipka (1877, entre rusos y turcos) para conmemorar el sacrificio de los soldados rusos caídos durante esta decisiva contienda. En el exterior destacan tres grandes cúpulas, un campanario verde y rojo y dos campaniles laterales. El interior, con paredes completamente recubiertas de frescos y un iconostasio dorado, es precioso. Un lugar para el recogimiento donde resuenan ininterrumpidamente cantos ortodoxos.