En 1915 el Abad Joseph-Arthur Laporte erigió una estatua de Cristo en este lugar, a 360m sobre el Río San Francisco. Cinco años más tarde se construyó una sencilla capilla. Muchos peregrinos acuden aquí en busca de paz y tranquilidad, y para disfrutar de las vistas de la zona de Sherbrooke. En los bosques que se extienden detrás de la capilla y de la nueva iglesia (1945) se encuentra el Camino Evangélico, formado por ocho esculturas que reproducen escenas de la vida de Cristo, obra de Joseph Guardo. En verano se celebra misa en una capilla al aire libre con capacidad para 1.600 peregrinos.