La opinión de la Guía Michelin
En el interior de las murallas, perforadas por la puerta fortificada de Beja, la ciudad, toda blanca, se revela como un agradable lugar de paseo . Por encima de la plaza mayor se llega al largo dos Santos Proculo e Hilarião, flanqueado por olivos y cipreses y presidido por la fachada de la iglesia de Santa María. A continuación, girando a la derecha, se accede al castillo, cuya entrada recuerda , por su torre medio derruida, a un grabado romántico. Desde el camino de ronda se tiene una hermosa vista de la ciudad.