Entre San Pedro de Macorís y Boca de Yuma, es la región más interesante del sudeste. Cuevas, playas de ensueño, parque nacional e islas de salvaje belleza harán las delicias de los aventureros y de los partidarios de la holganza. Las actividades agrícolas y urbanas se intercalan con los apacibles pueblos de pescadores. Las orillas y gargantas del río Chavón, la costa rocosa en algunos tramos o bordeada de inmensas playas de arena fina en otros, una vegetación de cactus, manglares y caña de azúcar, cautivan la mirada a lo largo de todo el recorrido.