Esta torre de hormigón acanalada que se alza a 55 m por encima de su base rectangular de 10 m de largo fue diseñada en 1934 por Arthur Brown Jr. y aunque en su momento rechazó la idea, muchos ven en ella la forma de una manguera de incendios. Considerado como uno de los monumentos más famosos de la ciudad, el edificio fue donado a los habitantes por Firebelle Lillie Hitchcock Coit, una extravagante mujer que deseaba contribuir a la belleza de esta ciudad que tanto amaba. La torre es más conocida por la vista que brinda su plataforma de observación y por los 19 murales que adornan el bajo, financiados por el gobierno en el marco de las grandes obras emprendidas durante el New Deal y realizados por artistas en paro. Su objetivo inicial era ilustrar la vida de la época en California, pero su denuncia de las desigualdades económicas durante la Gran Depresión fue objeto de duras críticas y tuvieron que ser en parte borrados.