Construida de 1614 a 1655, la catedral de Salzburgo es un amplio edificio con un estilo de transición entre el Renacimiento y el Barroco. El interior destaca por su gran riqueza decorativa: mármoles, estucos, pinturas... Mozart fue bautizado aquí. En la cripta pueden verse los sepulcros de los príncipes-arzobispos, un bonito Cristo crucificado y algunos restos románicos.